El espectáculo de la muerte
Del altar íntimo al espectáculo público: el Día de Muertos en la era del consumo Isabel Hernández El Día de Muertos fue, durante siglos, una práctica social cargada de sentido. Una conversación entre vivos y muertos, una pausa colectiva para mirar de frente lo que duele y, al mismo tiempo, lo que permanece. Hoy, sin embargo, asistimos a su transformación en una cultura del espectáculo: rápida, visual, comercial. Una tradición que sobrevive, sí, pero convertida en producto. De práctica social a producto cultural Durante generaciones, poner un altar implicaba mucho más que decorar una mesa. Era un gesto profundamente social: limpiar la tumba, cocinar los platillos favoritos del difunto, encender velas, contar historias. Era una forma de elaborar el duelo y de mantener la continuidad afectiva dentro de la familia y la comunidad. Hoy, el altar se externaliza. Se instala en centros comerciales, en oficinas, en escaparates. Se convierte en una escenografía que se “pone”, no q...